Halloween en Port Aventura. Primera parte.

Aún no habíamos hecho nada especial para celebrar la publicación de nuestros primeros 3 juegos en 2012 y decidimos irnos un fin de semana a Port Aventura los 3. Coincidió con el último de este año que el parque dedicaba a Halloween aunque, un poco desconsiderados con el público, ya había zonas en las que han empezado a colocar intrusos. Teníamos hecha la reserva en el hotel hacía semanas y los pronósticos climáticos desfavorables que oímos los días previos nos desanimaron un poquito.

El viernes por la noche llegamos al hotel y mientras Mons y yo hacíamos el check-in, Víctor no perdió el tiempo y detectó al instante a la chica que maquillaba. Nos dieron una habitación a unos 320 km. de pasillo de la recepción con dos camas de 135 cm. que juntamos haciendo un mega-lecho común. Dejamos el equipaje y nos dirigimos a cenar intentando infructuosamente encontrar un atajo para llegar al restaurante. La cena en media pensión es en el buffet libre aunque se puede cambiar por una en los otros restaurantes solicitándolo con antelación. No lo hicimos ninguno de los dos días pues a Víctor le encante eso de ir a charfardear uno por uno todos los productos que hay a disposición incluidos postres antes de decidirse a coger lo que sea.

Después de la cena fuimos a la mini-disco. Pidieron voluntarios para subir a bailar con la animadora pero no va con el carácter del nen. Empezó sentado en la silla viendo la actuación, un rato de pie bailando y acabó pegado al escenario e interviniendo en una gran conga que hicimos.

El sábado volvimos a intentar encontrar un atajo para llegar a recepción sin éxito de nuevo. Desayunamos y nos dirigimos al parque por fin. El día empezó algo nublado y, posiblemente por los malos augurios de los meteorólogos, la afluencia al parque no era muy exagerada. Pasamos por la Mediterrània y Polinesia como si no existieran y, de cabeza, a Sesamo Aventura. No había apenas cola y nos subimos en todo y todas las veces que quiso hasta que empezó a llover. Pensábamos que el día había acabado, pero fue aproximadamente una hora de mala suerte. Después paró y no volvió a empezar hasta las 22h, momentos antes de empezar el pasacalle y el show del lago.

Seguimos el recorrido subiendo a las inevitables canoas y, al dejarlas, comprobamos que empezaba el número de los pájaros. Hace años que Paco Navarro se encarga de este show y cada vez que lo vemos puedo utilizar la misma frase: "Cada vez lo hace mejor". 

Víctor, siguiendo su racha, volvió a ser elegido para colaborar en el espectáculo dándole de comer a su nuevo amigo. Después de las fotos (una, otra) de rigor, seguimos el paseo.

Madre mía, cómo me enrollo. Esto no habrá quien lo lea si todo lo escribo en la misma entrada así que me voy a cenar.