19 de octubre de 2007

Quito. Capítulo 1

El viaje de ida.
Como habéis leído con anterioridad, al coger el viaje con poca antelación, tuve que subir a 4 aviones para llegar a Quito:
  • Barcelona-Madrid: Salimos tarde. Poco que contar, había una fila de 3 asientos y me tocaba en medio, no vino el de la ventanilla y me cambié. Zumito de piña y llegada a Madrid.
  • Madrid-Caracas: Yo preveía 1:15 "viéndolas venir" en Madrid, pero con el retraso del primer vuelo y las distancias que hay que recorrer en Barajas, me tocó aligerar y subí el último al avión de Caracas. Mala suerte, estaba en medio de una fila de 3, justamente al lado del mismo pasajero que en el vuelo anterior, Maurice Aymard, D.J. venezolano afincado en Barcelona y de un tipo que formaba parte del mobiliario del avión. Nos dieron cena y después una merienda. Vimos "Sigo como Dios" -un tostonazo- y "La jungla 4.0" -acción sin interrupción-. Algunas charlas con Maurice hicieron más amenas las 8h30m de vuelo (7.002 km. marcaba la pantalla).
  • Caracas-Bogotá: Al llegar al aeropuerto, por un error en la instrucciones que recibí, pasé el control de inmigración y me dirigí al mostrador de Avianca, mejor dicho me dirigió un tipo que me llamó a la salida del control de inmigración. Antes del mostrador había un control de pasaportes en el que me encontré a un militar que decidió que yo era sospechoso de algo y después de decir "está vd. muy nervioso para no llevar nada... demasiado nervioso", registró exhaustivamente mi maleta. Tras este episodio, hice una cola de media hora y recogí la tarjeta de embarque hacia Bogotá. Aún tuve casi 2 horas de espera que pasé al lado de la puerta de embarque bien lejos del militar psicólogo. En el vuelo nos dieron una cena.
  • Bogotá-Quito: El último vuelo del día, nos dieron otra cena con la que ya no pude (no hacía ni una hora de la anterior y empezaba a notar que me había despertado a las 6h españolas -sin cambiar la hora ya eran casi las 4 de la mañana-). Llegué puntualmente a las 22:55 de Quito (5:55 en Esparreguera), pasé el control de inmigración y me alegró ver a un tipo con un póster del Iberoamericano y mi nombre escrito en él.

Llegué al hotel sobre las 23:30. Empecé a desvestirme para ponerme el pijama cuando recibí una llamada de Loli Puerta (secretaria de la FIG -Federación Iberoamericana de GO- y principal "culpable" de que yo estuviera allí). Volví a vestirme, bajé a saludar y nos pasamos por la 7ª planta del hotel, habilitada para jugar a GO. Me presenté a otros jugadores y me fui a dormir.

Con tanto cambio de hora y de avión y el escándalo que había en los alrededores del hotel -en pleno centro de Quito- dormí 3 horas en un colchón estupendo, eso sí.

No hay comentarios: