29 de enero de 2009

Tenerife. Día 4: Jungle Park.

No hacía muy buen día, pero par ir al Jungle Park resultaba ideal. En menos de media hora nos plantamos allí. En la cola solamente había alemanes que se iban multiplicando pues iban llegando en taxis desde el hotel y al ser todos "amigos" se colaban por el morro. Justo cuando nuestra paciencia se empezaba a agotar, dejaron de llegar taxis, la cola avanzó y pagamos nuestra entrada. La foto que ilustra el post está hecha justo en la entrada mientras me recuperaba del desembolso realizado ¡24€ por cabeza!. Víctor subido encima de una sardina, según él. Muy cerca de la entrada nos encontramos con el primer espectáculo. La exhibición de aves rapaces. Si mi memoria no falla, hace años, este lugar era conocido como el pico de las águilas y se ofrecía al público una exhibición similar. Supongo que en algún momento se decidió invertir en la reconversión del parque y el resultado es ciertamente satisfactorio.
La visita al parque da para todo el día, al menos a nosotros, con lo que los 24€ llegan a parecer solamente caros, perdiendo la categoría de atraco consentido que tenían por la mañana. Contemplando pingüinos, pelícanos y otra fauna llegamos a la zona donde se realizaba el espectáculo de los loros. Quedaba aún una hora y, aunque era pronto, decidimos hacer tiempo comiendo. El espectáculo no fue gran cosa. Entre guepardos, cocodrilos y suricatas terminamos la visita al parque. Paramos en el San Isidro y cargamos con unos espléndidos bocadillos del Bar Avenida.

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