Tenerife. Día 8: Vuelta

El último día suele ser el que menos historia tiene. Como teníamos la maleta lista no tuvimos que madrugar. Desayunamos tranquilamente, Víctor aún jugó un rato con el juguete que le habíamos comprado para el día de la lluvia. El viaje de vuelta no fue nada comparado con la ida, solamente 20 minutillos de retraso. La mitad de lo que estuvimos esperando las maletas. Y se acabó, para casa y tal como acabo este post me doy cuenta que todavía estoy por encima del mes de retraso en este blog. Arrgh.