30 de julio de 2008

Quedan dos días

Ya queda muy poquito para las vacaciones. El viernes a mediodía saldré a toda pastilla sin mirar atrás. A veces pienso que deberían ser sorpresa pues saber cuando vas a empezarlas es contraproducente: a medida que el día se acerca, uno está más ansioso y la última semana se hace larga hasta la desesperación. Sin ir más lejos, hoy mismo me parece que llevo media vida aquí en el curro y no son ni las 11. Patético. El tiempo está muy medido y dividido en porciones pero ningún científico admitirá que su velocidad es variable. Hoy va a cámara lenta cuando yo sé perfectamente que es capaz de conseguir una velocidad asombrosamente alta. Claro que, como todo es relativo, me temo que el tiempo está casi parado solamente dentro de este despacho. Encima el aleatorio me acaba de poner un tostón de canción que va a hacer que me duerma. Buenas noches.

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