5 de febrero de 2008

¿Dónde están las cucharillas?

En otoño de 2004 nos fuimos a celebrar mi cumpleaños a Túnez. Escogimos un viaje que se componía de 3 días de ruta por el país (muy bien aprovechados) y 4 días de estancia en un hotel de la costa. Nos pegamos unos buenos madrugones para visitar los destinos planeados pero valió mucho la pena, hasta el punto de que si tuviéramos que repetir el viaje de nuevo, haríamos 7 días de ruta y que le den a la estancia en el hotel playero, que mejores costas que aquí no hay en Túnez y no nos aportó nada nuevo.

  • Día 1: Visitamos el anfiteatro romano de El Jem, una casa troglodita en Matmata y acabamos en Douz, "la puerta del desierto" donde aún nos dio tiempo a dar una vuelta en dromedario.
  • Día 2: Madrugamos para hacer unos kilómetros en 4x4 sobre las dunas del desierto. Excelente experiencia. Proseguimos con una parada en Chott el Jerid, enorme lago salado donde aproveché para hacerme algunas fotos chorras como la que ilustra esta entrada y la que podéis ver aquí. Más tarde visitamos el oasis de Chebika y el de Taberza. Por la tarde fuimos en calesa al palmeral de Tozeur donde los que quisieron pudieron fumar hoja de palmera. Nosotros nos conformamos con el licor que elaboran del mismo árbol. Posteriormente, un guía nos llevó a los lugares más destacados de la población. Aún hubo tiempo por la noche de asistir a una cena espectáculo en una inmensa jaima. Allí algunos pudieron demostrar sus habilidades y otros su poco savoir faire.
  • Día 3: La primera parada del día fue en el Museo de Arte y Tradición popular "Dar Cherait". Después nos dirigimos a Kairouan visitando en primer lugar un taller de alfombras artesanal donde nos hicieron la charla-venta para que adquiriéramos alguna pieza. En Kairouan se hizo la división del grupo en autocares dependiendo de dónde tenía cada uno el hotel de la costa.
  • Resto de días: Los pasamos en el Hotel Melià Mouradi Mahdia. Alejados de cualquier centro turístico nos las apañamos para encontrar algo que hacer además de disfrutar del sol y de la piscina. Dos días cogimos un taxi para ir a Mahdia y uno de ellos visitamos el casco histórico y el otro había mercadillo. Por las tardes aprovechamos para disfrutar de la piscina cubierta, de los baños turcos, de los masajes y de unas saludables partidas de bolos.

Resumiendo, un viaje recomendable y económico que nos gustaría repetir con el cambio ya mencionado.

2 comentarios:

Brynn Avon dijo...

Fantásticas fotos y por lo que veo un viaje para recordar. Mi duda está en saber si los camellos superaban los 80Xhora o no ?
Saludos
Leslie

Jordi dijo...

Ja, ja, ja...

Pues no te creas, que los amigos guías se despistaron y cuando vieron que se les pasaba el tiempo por el que habíamos pagado y encima llegaba su hora de desayunar-comer-cenar (fuimos en pleno Ramadán) empezaron a darle con la vara al dromedario y fue como si hubieran conectado el turbo. Si hubiera habido radares hubieran salido seguro en la foto.